(Desde mi última entrada en el blog he leído algunas obras sobre el tema, pero la desidia, desgana o como quiera llamarlo el que me lea (si es que alguien lo hace), han hecho que dejara durante un tiempo estas páginas. No voy a decir que vuelo con ansias redobladas. Simplemente vuelvo... y punto)
DIARIO DE LA GUERRA DE ESPAÑA.
Mijaíl Koltsov.
Editorial Planeta.
En la historiografía de la G.C. hay una serie de obras a las que se podría considerar como imprescindibles.
Ésta, para mí, no lo es, aunque no por eso deja de tener su valor para el interesado e investigador e esa época.
Planeta, en este caso, saca a la venta un volumen muy bien cuidado, actualizado y de de buena presentación.
Pero el enigma no está en la sustancia material del libro, sino en su interior, en lo recogido en sus páginas.
No es una novedad, ya que se editó en la entrañable Ruedo Ibérico, en París, en 1963, pero se puede considerar un trabajo interesante.
Koltsov (o mejor, la editorial) recopila aquí sus vivencias de la etapa m´s crítica de la guerra civil, entre julio de 1936 y octubre de 1937. Añade los artículos publicados en Pravda que parece que no se hizo en la edición referida de Ruedo y, ¡allá va! Que cada uno saque sus conclusiones.
He pasado muchos años leyendo las versiones de los "vencedores". Ahora toca (los péndulos no perdonan) las de los "vencidos". Y tanto unas como otras tienen mucho en qué ser criticadas.
Y ahí es donde yo veo el rpoblema de este libro. En estas fechas, es politicamente correcto: la lucha del pueblo contra la bestia fascista, la exaltación de las tropas gubernamentales (fundamentalmente de los pilotos - soviéticos - y de los tanquistas - ídem -, así como la notable capacidad de sufrimiento y resietncia del pueblo español y de su solidaridad con la URSS (pero, ¿no es España la sufriente? Enormes dosos de gratitud a la ayuda soviética, grandes panegíricos sobre la lucha antifascista... y silencio sobre temas que podrían ser polémicos aunque fueron importantes en la historia real tanto del conflicto como de la postguerra.
La memoria histórica se queda algo corta (o podríamos decir, tendenciosa) al exponer hechos como las "sacas" de presos de la Modelo (¿cómo permitir que miles de antifascistas, según Koltsov, puedan quedar libres para que se "pasen" al enemigo y combatan contra la República?), Paracuellos (episodio en el que el autor parece que tuvo más influencia de la que se recoge en el libro), el exterminio del P.O.U.M. (al que dedica breves páginas sin entrar en los "por qué" ni en sus consecuencias - G. Orwell es más admirado en este aspecto por tratar el tema más en consonancia y profundidad -) y, fundamentalmente, en el papel del anarquismo en la guerra (columnas sobre Aragón, frente de Madrid, muerte de Durruti...). Todos los temas escabrosos son sorteados con destreza por el corresponsal soviético para llegar a la conclusión de que, al fin y al cabo, son los comunistas los que consiguen reorganizar la resistencia y dirigir - satisfactoriamente - la resistencia del pueblo contra el invasor (alemanes, italianos y moros, que los demás ya estaban aquí, claro).
No; realmente no convence.
Hay mucho más, oculto, que no desvela Koltsov en estas páginas. Es lógico, porque los artículos y el diario están enfocados a ser leíds por el pueblo, y éste, cuanto menos informado, mejor. Posiblemente, ademas, porque él mismo sabía que debía ser "políticamente correcto" con la época, lo que no le valió de mucho ya que cayó fusilado en la contínua purga que sufre la Unión Soviética desde 1937. Hay, pues, que dar testimonio de fe antes que certificar la verdad de los hechos que cubren con la sangre de ambos bandos la geografía de mi país. Aunque, en mucha parte no se ajusten a la realidad. Pero ¿no es más importante para un lector a miles de kilómetros leer la conmovedora muerte de un tanquista más que los manejos politicos para instaurar al 5º Regimiento como columna vertebral del futuro ejército de la República?
Realmente, aunque no me esperaba menos, sí me esperaba algo más... pero ese "más" se diluye en divagaciones sobre heroismo, estoicismo y capacidad de sufrimiento de un pueblo del cual, 65 años después, Koltsov no tiene por qué hacernos partícipes ya que lo somos desde mucho antes. Eso ya lo sabemos, lo confirmamos, lo ratificamos y lo tenemos en nuestra "memoria histórica" (léase disco duro) a pesar de los desmanes que, desde uno y otro lado, se sucedieron durante tres años en nuestras tierras.
Excelente, pues, como relato.
Valor histórico... ummm... dudoso, porque huele a parcial 100%.
Pero si resumo en pocas líneas,un libro que faltaba en nuestras bibliotecas (en la de la mayoría de los que por edad o económicamente no viajaban aFrancia en olos años 60) y que no puede quedar relegado al olvido entre páginas y páginas banales que durante 40 años ocuparon un sitio, quizás más destacado, en nuestra obsesión por entender cómo fue posible aquello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario