20 marzo 2007

LA GRAN GUERRA Y LA MEMORIA MODERNA. (PAUL FUSSELL). (Libros 2)


Ed. Turner. Madrid mayo 2006.
Colección Armas y Letras.
Rústica. 478 pp.
Traducción J. Alfaya- B. McShane-J. Alfaya McShane.
ISBN. 84-7506-680-1

Este ensayo sobre la Primera Guerra Mundial y su repercusión en la literatura de postguerra viene avalado por el Nacional Book Award del Nacional Critics Circle en 1976. Más tarde ha entrado en la lista de los cien mejores ensayos del siglo XX, realizada por la Modern Library.
Editado en 1975, llega a nuestro idioma treinta y un años después.
No voy a decir que sea una vergüenza, porque ¿quién lee libros de guerra?
Pero éste no es un libro de guerra en su sentido más estricto, aunque sí en el más amplio. Pese a ello, es una referencia obligada para los amantes de la literatura inglesa del siglo XX.
Una extraordinaria obra con una muy arriesgada tesis: La influencia que la Gran Guerra tuvo en la literatura posterior, llegando incluso hasta nuestros días.
Analiza en sus páginas autores como Graves, Owen, Rosenberg, D. Jones, Sassoon, Blunden…
Muy interesante tanto en cuanto al reflejo de la sociedad en los combatientes como, a la inversa, la proyección de estos en la literatura.
Consecuencia: Una revisión posterior de valores, de filosofía de vida y el nacimiento, a partir de las experiencias expresadas por autores de renombre antes citados, de los esbozos de un existencialismo que años después vería la luz.
No me resisto a transcribir extractos de una de las poesías recogidas en la obra, como muestra de la calidad, tanto de los textos elegidos como de la línea seguida en cada una de las casi 500 páginas de un libro que merece la pena considerar casi como imprescindible en el binomio literatura- guerra:

“Conocí a un hombre, era mi amigo,
pero ennegrecía cada vez más,
y no se sacudía las moscas de encima,
ni palidecía por muy feroz
que fuera el zumbido de las granadas
que pasaban; solía leerle para animarle
cosas que tomaba al azar de Donne…
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así que me di cuenta de que por fin los gusanos
le habían atacado los sesos.
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Despreciaba la pureza de la pasión.
Apestaba tanto que, aunque éramos grandes amigos,
tuve que abandonarle.
Después las ratas se comieron sus pulgares”.

Como siempre, la dureza de la realidad nos enfrenta, literariamente, a lo que fue y a lo que podría ser si la locura colectiva irrumpiese, sin esperarlo, en la tranquilidad de nuestros hogares, en la monotonía de nuestras vidas.

REPRESALIA. (GERT LEDIG) (Libros 1)


Editorial Minúscula. Barcelona 2006.
Colección Alexanderplatz, 12.
Rústica.
232 pp.
ISBN. 10-84-95587-30-0
Traducción de Rosa Pilar Blanco.

Parece que, poco a poco, van llegándonos visiones de la historia que durante mucho tiempo no han sido “políticamente correctas”. Y creo que ya iba siendo hora, aunque sólo sea en forma de novela.
Creo que uno de los temas menos tratados de la última Gran Guerra (al menos desde esta óptica) ha sido precisamente el que recoge el libro: el terror de los bombardeos indiscriminados sobre la población civil alemana y de los territorios ocupados.
Con toda la crudeza imaginable, los personajes que pueblan el libro son personas normales y corrientes con las que, por desgracia, nos podemos sentir identificados. Están llenas de heroísmo y de egoísmo, antítesis máximas, pero totalmente humanas.
Es un buen relato, un relato aleccionador donde la “represalia” recae sobre víctimas que son tan inocentes (o tan culpables) como las de cualquier bando en conflicto.
El libro se publicó inicialmente en 1956, pero fue “tapado” porque avivaba recuerdos muy cercanos que no estaban en consonancia con el espíritu de concordia de auqella década (aunque yo creo más que por no fomentar “la culpabilidad colectiva” que tan bien estaban aprendiendo en esa época los alemanes).

Bueno, el caso es que pasó (o lo hicieron pasar) sin pena ni gloria, hasta que en 1999 fue reeditado, a la sombra del debate nacido a raíz de las conferencias de Sebal en Zurich, cristalizadas en el libro “Los bombardeos y la literatura”.
En esencia es un libro de guerra, que duda cabe (como los otros dos del autor: “Los órganos de Stalin” y “Faustrecht”. Pero de una guerra terrible y cercana, demoledora y real, muy real.
La narración de sesenta y nueve minutos de una acción, vivida desde la mira del bombardero, desde la del piloto derribado o desde la del ciudadano que se acurruca en un refugio a la espera de la explosión mortal no deja de ser un grito de socorro y una advertencia de guerras pasadas para guerras presentes o futuras.
Lo recomiendo encarecidamente.
Para saber más del autor

http://es.wikipedia.org/wiki/Gert_Ledig