19 abril 2008

LA BATALLA DE MONTECASSINO. (Libros 4).

LA BATALLA DE MONTECASSINO
Monte Cassino. The Story of the Hardest-fought Battle of World War Two.
Matthew Parker.

Iñigo Artamendi, traductor.
INÉDITA Editores. Serie Books4pocket. Julio 2007.
978-98-96829-32-9.
671 pp. 19 x 12,5. Rústica.

El 3 de septiembre de 1943 los aliados cruzan el estrecho de Messina y desembarcan en Reggio Calabria, la punta sur de la bota italiana. En la noche del 8 al 9 de septiembre de 1943, lo hacen en Salerno, unos 350 kilómetros al norte de ese primer punto.

A mediados de mes, nuevos desembarcos posicionan al VIIIº Ejército en la costa adriática de la península. Los tres meses siguientes son un avance lento, continuado y muy costoso por ambos flancos de “la bota” hacia el norte, con el claro objetivo de llegar a Roma, la, hasta unos días antes, capital del fascismo.

Los alemanes, previsores y no poco hábiles tácticos, se adelantan a las intenciones aliadas y establecen una fuerte línea de resistencia interconectada y casi inexpugnable que cruza la península italiana algo más al norte de los avances que, desde el principio, tienen lugar. Nace así la temible línea Gustav. Con uno de sus puntos principales en las proximidades de Cassino, esta línea ofrecía tal sensación de infranqueable que los mandos aliados se ven forzados a tomar excesivas precauciones para su asalto.

Desde enero de 1944 y hasta el 18 de mayo, fecha en que es liberado el Monasterio por fuerzas polacas, cuatro grandes batallas se libran en la zona, frenando a los aliados en su avance sobre Roma y haciendo de este enfrentamiento, posiblemente, el hecho más sobresaliente de la guerra en Italia (pese a los esfuerzos norteamericanos por destacar la batalla de Anzio como más importante aún).

Durante esos meses, los soldados luchan metro a metro por trozos de terreno que ganan y pierden en un día, combaten piso a piso en casas que no son suyas, pasan hambre, sed, miedo… la abadía benedictina, una joya arquitectónica, es destruida en bombardeos totalmente inútiles y la confianza en la invencibilidad de las armas británicas y norteamericanas flaquea entonces y, desde entonces, hasta el final de la guerra.

Al final, entre olores inconfundibles de restos humanos en descomposición, ruinas y toneladas de acero destruido, acabó lo que para muchos historiadores fue “la batalla más inútil de la II Guerra Mundial” o “una victoria vacía”.
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Esta batalla es desmenuzada por Parker en su libro con bastante acierto aunque la densidad de datos, la cantidad de recuerdos y el largo tiempo que ésta duró hacen perder relativamente la perspectiva general del enfrentamiento.
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Llevamos unos años en los que los libros sobre la II Guerra Mundial proliferan en el mercado editorial. Los menos, estudios generales. Los más, estudios puntuales de algún hecho sobresaliente de la guerra. Mientras hace tres décadas la mayoría de estas obras te hacían perderte en despliegues de unidades, divisiones, movimientos tácticos y consecuencias, actualmente, y respondiendo a la exigencia de un público al que le interesa más el hecho humano que la historia de partes de guerra, se editan estudios en los que, una de cal y otra de arena, se vierten tanto acciones generales como recuerdos de protagonistas.

Esta es una línea que se abrió en la investigación histórica de manos de Corneluis Ryan y Larry Collins (El día más largo, Arde París, Un puente lejano…) y que, gracias al éxito de tales clásicos, la mayoría de los historiadores modernos han abrazado.

Tiene sus pros y sus contras., naturalmente (pues nada puede ser perfecto).

Es más ameno de leer, da una visión que, si no de conjunto, sí es más cercana, el lector se identifica mejor con los combates y con el sufrimiento de sus protagonistas, desciende al nivel de la calle, en una palabra, y no se queda en las decisiones de altos mandos que, por su propia personalidad, quedan muy lejos del lector.

En su contra es que el minimalismo, la puntualización personalizada y el relato anecdótico hace perder hasta cierto punto la imagen global de la batalla, su importancia real, su trascendencia.

Y esto, como a muchos otros, le pasa a “Montecassino”. Un libro básico para quien quiere quedarse en la anécdota, y complementario para quien quiere profundizar después de haber leído obras más amplias y generales.

Echo de menos más mapas, o quizás algunos más generales, de conjunto y más claros, que ayudaran al interesado a situarse, así como un poco más de “gran angular histórico”.
Pese a ello es una obra que se lee con interés y que no menoscaba la calidad de una biblioteca especializada en esa turbulenta época.
Bien por Inédita
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