Quizás una guerra civil sea la mas incivil de todas las guerras. Aun hoy, sus huellas saltan a la vista. Parafraseando a Ronald Fraser, "recuérdalo tú y recuérdalo a otros", pienso que éste sería un buen lema para describir el objetivo de este blog. Pero mi guerra civil realmente no comienza un 17 de julio de 1936, sino un caluroso mes de agosto de 1914. Y acaba otro caluroso agosto, cuarenta y un años después, en 1945. Una "historia universal de la infamia" algo particular.
12 diciembre 2010
19 DE JULIO DE 1936.
El 19 de julio de 1936, el Gobierno aún pretende mantener en España la sensación de orden.
En la Gaceta de Madrid (Diario Oficial de la República) sus páginas iniciales, índice del contenido, se plagan de decretos anunciando destituciones y nombramientos que, realmente, sólo tienen efectividad sobre el papel.
En la realidad, la gente muere en las calles, se incendian edificios emblemáticos de ambos bandos, muchos militares permanecen indecisos sobre qué partido tomar y aunque se decreta la anulación del estado de guerra en todo el territorio nacional, la verdad es que dicho estado se asienta y gobierna en nuestra tierra durante casi tres años.
La misma Gaceta es reflejo de la situación.
De ser el Diario Oficial con un número de páginas considerable pasa, en noviembre a escaso número de éstas y su sede, desde el Ministerio de la Gobernación en Madrid, se traslada a Valencia por ese cordón umbilical que mantuvo conectada a la República con la capital de España durante todo ese tiempo.
En mi hemeroteca descansan muchos meses de contienda y de afán legislativo que prácticamente no sirven para nada. Y entre ellos, naturalmente, los ejemplares del mes de julio del que obtengo esta copia para curiosidad de cualquiera que entre en este blog.
(Curiosas las disposiciones del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes disponiendo diversas cantidades para obras en conventos y oratorios, muchos de ellos fuera de su jurisdicción al quedar desde el primer momento en manos de las fuerzas militares sublevadas contra el Orden Constitucional).