Quizás una guerra civil sea la mas incivil de todas las guerras. Aun hoy, sus huellas saltan a la vista. Parafraseando a Ronald Fraser, "recuérdalo tú y recuérdalo a otros", pienso que éste sería un buen lema para describir el objetivo de este blog. Pero mi guerra civil realmente no comienza un 17 de julio de 1936, sino un caluroso mes de agosto de 1914. Y acaba otro caluroso agosto, cuarenta y un años después, en 1945. Una "historia universal de la infamia" algo particular.
11 febrero 2012
EL BALÓN DE LOOS (1915)
BATALLA DE LOOS.
Llamada también 2ª batalla de Artois, fue una ofensiva interaliada considerada la más importante en el frente occidental en 1915.
Se inició el 25 de septiembre en el sector comprendido entre Givenchy al norte y Loos al sur, utilizándose por primera vez los gases que, en ocasiones, volvieron a las líneas británicas causando numerosas bajas propias. Las tropas avanzaron en un frente de unos 12 kilómetros en torno a Loos y consiguieron profundizar unos 3,5 kilómetros para quedar estancadas a las pocas horas. Todos los intentos de romper las líneas alemanas ese día y el siguiente fueron infructuosos.
La batalla pasó a la Historia como uno de los mayores errores de la guerra y una de las sangrías humanas más absurdas (algunas fuentes estiman las pérdidas británicas en 60.000 hombres y la valoración de la ofensiva entre fracaso relativo y fracaso total).
EL HECHO.
Parece que en cualquier situación de inmenso peligro, el hombre intenta, de un modo u otro, banalizarlo, quitarle importancia. Y en tales momentos realiza acciones que podrían ser incomprensibles en cualquier otro pero que pueden ser tanto muestras de superación como tímidos intentos de aferrarse a lo cotidiano que, de alguna manera, lo abstrae del horror que vive en esas situaciones.
Durante la batalla, el London Irish Rifles Regiment se vanagloriaba de tener el mejor equipo de fútbol y surgió la idea de marcar un gol en las trincheras de primera línea alemanas al inicio del ataque.
Enterado uno de los comandantes de pelotón y dando por supuesto que era muy mala idea, justo antes del ataque requisó y pinchó todos los balones que pudo encontrar.
Pero el capitán del equipo, sargento Frank Edwards, consiguió escamotear uno de ellos. En el momento de la orden de asalto lanzó el balón fuera de la trinchera y avanzó pateándolo casi 20 yardas, apoyado por el resto de los asaltantes cercanos a él. Un disparo en el muslo detuvo su juego con el diablo, siendo entonces auxiliado por el soldado Mileham Micky, que le aplicó un torniquete salvándole así la vida.
Del balón, en ese momento, poco más se sabe, aunque diversos testimonios aseguran que cruzó las alambradas rasgándose el cuero de éste en las púas de las mismas.
Parece que algún tiempo después de esta terrible y denostada batalla que costó al Imperio británico 50.000 bajas, fue recuperado del campo de batalla y enviado a Gran Bretaña.
Durante los últimos 50 años se perdió la pista del mismo, apareciendo no hace mucho tiempo en una caja de la casa del sargento.
Casi destruido por el tiempo, fue sometido a una cuidadosa restauración en la que aún se mantiene la rasgadura sufrida en las púas de las trincheras germanas.
Posteriormente pasó a los locales de la London Irish Rifles Regimentals Association, donde aún puede contemplarse.
(Hace unos días, visionando “The Trench”, de William Boyd, sobre la batalla del Somme en 1916 me llevé la sorpresa de la referencia de dos segundos que el director hace al episodio anterior en las últimas imágenes del film Cualquiera que no conozca los acontecimientos se sorprenderá e incluso verá ridículo ese balón en medio del campo de batalla, al cual no encontrará significado. Lo tiene, desde luego, como rememoración e hilo conductor de hechos ocurridos un año antes).
Ilustraciones.
Arriba: . Infantería del 47th (2nd London) Division avanzan entre el gas sobre las trincheras alemanas el 25/9/1915. La foto fue tomada por un soldado del 1/5th London Regiment. IWM HU63277B.
Debajo: La famosa acuarela que recoge el hecho, realizada por Lady Butler.
DER ADLER
Revista quincenal de corte propagandístico publicada en varios idiomas por el Reichsluftfahrministerium, desde 1939 a 1944.
Algunos historiadores la consideran la consecuencia lógica de una serie de libros sobre tema aeronáutico glosando a la Luftwaffe, publicados por el grupo de prensa August Scherl Verlag, de Berlín, en su colección Adler-Bücherei.
Este mismo grupo de prensa, a modo de sondeo sobre su posible aceptación, edita en febrero de 1939 un número de prueba (Probeheft) de esta revista que, al parecer, obtiene el éxito suficiente como para decidir a la editorial a publicar el quincenal, formando tándem con “Die Wehrmacht” y “Die Kriegsmarine”.
El primer número ve la luz el 1 de marzo de 1939. La fecha no es casual, toda vez que se celebra el cuarto aniversario de la creación de la Luftwaffe.
En octubre de 1944, las exigencias de la guerra total y la escasez de materias primas obligan al Ministerio de Propaganda a cerrar la edición de revistas ilustradas a excepción de tres de ellas: Illustrierte Beobachter, Berliner Illustrierte Zeitung y Signal, con lo cual desaparece del mercado.
Durante su vida editorial la revista conoce las siguientes ediciones en diversas épocas:
- Edición en alemán para el Reich, la Suiza alemana y los “Volksdeutsche”.
- En inglés, para GB, islas anglo-normandas y EEUU.
- En francés para Francia, Bélgica y Suiza francófona.
- En italiano para Italia y la Suiza italiana.
- En español, para España y Sudamérica.
- En rumano.
- Edición internacional en alemán para aquellos países que no recibían la edición estándar.
FORMATO:
Pasa del formato inicial de 24 x 31 cm de los números de 1939, 1 a 4 de 1940 y 8, 9 y 10 de la edición francesa de 1944, a un formato más grande, de 25 x 32 cm.
NÚMEROS ESPECIALES:
En la mayoría de sus versiones, la revista edita números especiales, denominados:
- PROBEHEFT. Números experimentales de sondeo de mercado.
- SONDERHEFT. Números fuera de serie que se integran con el resto, pero que tratan de un tema particular.
- SONDERDRUCK. Clase de números fuera de serie a partir de 1940. También “EDITION SPÉCIALE”.
- SCHULAUSGABE. Edición gratuita reducida (12 páginas) para las escuelas del Partido a partir de 1940.
- AUSGABE V. Edición gratuita reducida (8 páginas) de la edición alemana para las administraciones civiles y militares en Alemania.
OTROS:
La revista editó, de 1939 a 1943, índices anuales (Der Adler Jahrgang), tapas para archivar los años completos (Der Adler Sammelordner) y volúmenes encuadernados de imprenta.
EDICIONES Y NÚMEROS PUBLICADOS:
- Alemana. Del nº 1/1939 al 19/1944.
- Francesa: Del nº 14/1940 al 11/1941, bilingüe. Del 12/1941 al 14/1944 en francés.
- Italiana: Del nº 13/1940 al 14/1944 bilingüe.
- Inglesa: Del nº 14/1940 al 25/1940, bilingüe. Del nº 26/1940 al 17/1944 sólo en inglés.
- Española: Del nº 14/1940 al 11/1941 en edición bilingüe. Del nº 12/1941 al 13/1944, en español.
- Rumana: Del nº 17/1942 al 10/1944.
- Internacional: Del nº 23/1940 al 19/1944.
CURIOSIDADES:
- Los nºs 8, 9 y 10/1944 de la edición francesa son más pequeños pero con más páginas y artículos diferentes a los de las otras versiones.
- El nº 8 de la edición francesa presenta el águila de la portada invertida.
- El nº 2/1940 es retirado inmediatamente de los quioscos y sustituido, al aparecer vistas próximas muy detalladas de Bf-109, que Göring consideró prematuro publicar.
- Existe una edición especial de 72 páginas en lengua rumana en diciembre de 1941 (equivalente a la “Sonderdruck” alemana).
- Los “Sonderdruck” sólo existen en lengua alemana. La edición, especial y gratuita, tenía más páginas que la edición estándar y estaba destinada a los países que no recibían ésta. Títulos en rojo, blanco o negro (los dos últimos eran más ricos en páginas y contenidos). Aparecen a razón de un número al mes en 1940 y dos o tres a partir de 1941. A partir de mayo de 1942 el título “Sonderdruck” se reemplaza por “Sonderdruck unverkäuflich” para señalar que dicho número no podía ser vendido.
- El “Sonderdruck” de junio de 1940 es el único con fotografías en color y la única versión impresa también en árabe.
- La “Edición especial” “Europa en lucha contra el comunismo”, de 1943 (equivalente a los “Sonderdruck” en lengua alemana), se edita en francés, español, holandés, croata, sueco y húngaro.
Ilustraciones:
Portada del nº 21/1939, del 28 de noviembre.
Página interior del nº 17/1942, del 18 de agosto.
07 febrero 2012
TELLERMINE 1942
No se encuentra mucha información sobre algunas de las partidas de material alemán que, dentro del programa Bär, fueron entregadas a España en 1943-44. De hecho, la información, a menudo, es más bien escasa.
En el caso que nos ocupa, por más que he buscado en diversas fuentes, no he conseguido encontrar ni cuántas, ni en qué condiciones (precio, entregas, etc) llegaron las Tellerminen 42 (T.Mi.42) a nuestro país.
Sin embargo, es indudable que llegaron, puesto que en el manual que presento se señala que fueron adquiridas en 1943, lo cual, inequívocamente, nos sitúa en el programa Bär.
Es también curioso que el manual se publicase en 1951 (ver contraportada), lo que indica que en esas fechas aún se mantenían almacenadas. Es de suponer que se hubieran utilizado bien pocas hasta entonces, al socaire de las escasas vicisitudes bélicas en las que empeño el Ejército desde 1943 hasta entonces (se me ocurre que tan sólo, en octubre de 1944, la “invasión” de La Vall d`Aran por las fuerzas del PCE agrupadas en la UNE).
Como siempre, el enlace (seleccionarlo, botón derecho de ratón e "Ir a...") o bien copiando el enlace en la barra de direcciones, lo cual le conducirá al archivo en cuestión.
En el caso que nos ocupa, por más que he buscado en diversas fuentes, no he conseguido encontrar ni cuántas, ni en qué condiciones (precio, entregas, etc) llegaron las Tellerminen 42 (T.Mi.42) a nuestro país.
Sin embargo, es indudable que llegaron, puesto que en el manual que presento se señala que fueron adquiridas en 1943, lo cual, inequívocamente, nos sitúa en el programa Bär.
Es también curioso que el manual se publicase en 1951 (ver contraportada), lo que indica que en esas fechas aún se mantenían almacenadas. Es de suponer que se hubieran utilizado bien pocas hasta entonces, al socaire de las escasas vicisitudes bélicas en las que empeño el Ejército desde 1943 hasta entonces (se me ocurre que tan sólo, en octubre de 1944, la “invasión” de La Vall d`Aran por las fuerzas del PCE agrupadas en la UNE).
Como siempre, el enlace (seleccionarlo, botón derecho de ratón e "Ir a...") o bien copiando el enlace en la barra de direcciones, lo cual le conducirá al archivo en cuestión.
https://www.dropbox.com/s/8oyyt34uc4o13iv/Mina.pdf?dl=0
03 febrero 2012
Pz IV (II)
Nuevo buceo en mi biblioteca.
Con el programa "Bär", en 1943 España adquiere unos cuantos Pz.Kpfw.IV ausf H, curiosamente denominados aquí KRUPP IV.
En las unidades se necesita entonces un libreto de mantenimiento de esas sofisticadas máquinas (para la época) y se edita este cuaderno donde registrar este procedimiento periódico de los Panzer.
¿Por qué lo incluyo?
Ofrece al investigador qué puntos son los más "débiles" del carro, los que requieren atención y con qué periodicidad.
Honradamente, creo que es un opúsculo interesante.
Su enlace (Seleccionarlo, botón derecho de ratón e "Ir a..."), o bien copiando el enlace en la barra de direcciones, lo cual le conducirá al archivo en cuestión.
https://www.dropbox.com/s/aiyuxt8tkmck7tq/Krupp%20IV.pdf?dl=0
02 febrero 2012
ESTACIÓN DE RADIO LSE 2/203
Revisando mi biblioteca y limpiando de polvo me encuentro con el manual de uso de la
Estación de radio (alemana) de mochila para Telegrafía y Telefonía Tipo LSE 2/203.Es curioso, tiene pocas páginas y decido incluirlo entre los documentos del blog.
Editado por el Regimiento de Artillería Divisionaria nº 16 con sede en Granada, ofrece la atractiva peculiaridad de ser una traducción exacta del manual original alemán D.940/1.
En la biblioteca no tengo más datos que puedan acompañar esta entrada.
Buceo por internet y tampoco. ¡La ignorancia más absoluta!
Sólo en el “Handbook of German Military Forces”, del U.S. War Department encuentro alguna pista.
Una reedición a cargo de la Luisiana State University Press de 1990 del manual TM-E 30-451 me facilita una referencia, aunque sólo aproximada:
Lorenz fabrica, antes de la guerra, el transmisor-receptor SE.a.2./24b-202 con el mismo rango de frecuencia que la que me ocupa y señala que “es un antiguo diseño comercial de Lorenz de la preguerra".
No hay más datos. Cualquier suposición puede ser vana e inducirme a error, por lo que me niego a hacerla. Sólo pido que si alguien conoce algo de este radiotransmisor se digne comunicármelo.
Entretanto, aquí asiento el manual descriptivo, de utilización y conservación de esta emisora de uso militar en la España de la postguerra… y posiblemente más adelante.
El enlace al archivo (seleccionar, botón derecho de ratón e "Ir a ..."), o bien copiando el enlace en la barra de direcciones, lo cual le conducirá al archivo en cuestión.
Editado por el Regimiento de Artillería Divisionaria nº 16 con sede en Granada, ofrece la atractiva peculiaridad de ser una traducción exacta del manual original alemán D.940/1.
En la biblioteca no tengo más datos que puedan acompañar esta entrada.
Buceo por internet y tampoco. ¡La ignorancia más absoluta!
Sólo en el “Handbook of German Military Forces”, del U.S. War Department encuentro alguna pista.
Una reedición a cargo de la Luisiana State University Press de 1990 del manual TM-E 30-451 me facilita una referencia, aunque sólo aproximada:
Lorenz fabrica, antes de la guerra, el transmisor-receptor SE.a.2./24b-202 con el mismo rango de frecuencia que la que me ocupa y señala que “es un antiguo diseño comercial de Lorenz de la preguerra".
No hay más datos. Cualquier suposición puede ser vana e inducirme a error, por lo que me niego a hacerla. Sólo pido que si alguien conoce algo de este radiotransmisor se digne comunicármelo.
Entretanto, aquí asiento el manual descriptivo, de utilización y conservación de esta emisora de uso militar en la España de la postguerra… y posiblemente más adelante.
El enlace al archivo (seleccionar, botón derecho de ratón e "Ir a ..."), o bien copiando el enlace en la barra de direcciones, lo cual le conducirá al archivo en cuestión.
https://www.dropbox.com/s/ilehqafgupwgruv/Radio%20LSE.pdf?dl=0
01 febrero 2012
EN EL JARDÍN DE LAS BESTIAS
EN EL JARDÍN DE LAS BESTIAS
Erik Larson
Traducción de Ana Herrera Ferrer.
Editorial Ariel. B. Enero 2012.
489 pp.
ISBN. 978-84-344-70-43-9
Ariel realiza una agradable y confortable edición de la obra de Erik Larson sobre el embajador estadounidense William E. Dood durante los primeros años del nazismo en Alemania. Y desde el principio, su cubierta llama la atención en los estantes abarrotados de libros.Traducción de Ana Herrera Ferrer.
Editorial Ariel. B. Enero 2012.
489 pp.
ISBN. 978-84-344-70-43-9
He leído muchas obras sobre ese periodo, de todas las tendencias y de todas las épocas, y he de decir que ésta está estructurada con gusto, amenidad y detalle.
En realidad, pese a mi pedante proclamación de erudición en el tema, he de reconocer que en España se ha difundido poco el campo del que trata Larson y menos desde esa óptica.
Podría destacar entre sus aspectos positivos, que:
- Nos revela las tramas diplomáticas estadounidenses y la cantidad de intereses creados en torno a una representación diplomática que, además de nueva, resultaba altamente dificultosa de desarrollar en una época tan turbulenta.
- El tratamiento de diversos personajes de la cúpula nazi que nos los relega al nivel de personas mediocres en muchos sentidos, pero con las ideas muy claras de lo que desean para su “querida” Alemania.
- La narración de las motivaciones, hechos y consecuencias de la eliminación de las SA como la más poderosa fuerza armada paramilitar del Reich.
- La descripción, casi en primera fila, de ciertos sucesos que definieron el rumbo de la Historia en años posteriores (el incendio del Reichtag, la política antisemita, el rearme…).
Como aspectos negativos, a mi entender:
- El título del libro, traducción literal del original, que, con un muy obvio juego de palabras, nos equipara la residencia del embajador, junto al Tiergarten, con el ambiente y la época en que se desarrolló su labor. ¿Por qué? Títulos de ese estilo ya nos anuncian qué es lo que vamos a leer, cuál va a ser su tratamiento y hacia qué lado se va a decantar la balanza del autor, algo en relativa contraposición con el oficio de historiador, si es eso lo que se pretende. Y no es ni bueno ni malo, sino ciertamente parcial (claro que, repito, desde mi óptica de ratón de biblioteca) y, por supuesto, políticamente correcto.
- La dedicación de parte del libro a las veleidades amorosas, idas y venidas (nunca mejor dicho) de la hija del embajador que, excepto para ella, pudieran tener bien poca importancia para el historiador. (¿Qué puede importar si el sofá en piel de la biblioteca guardaba los secretos amorosos de la chica y si era, o no, el lecho de amor predilecto de ésta?, por ejemplo).
- La llamada de atención al posible comprador con el cebo, harto conocido en fajas y portadas, de haber sido un best-seller en EEUU con más de un millón de ejemplares vendidos. Sobra. El que se acerque al libro no necesita ese reclamo puesto que el interés histórico obvia cualquier éxito de ventas en países como el de referencia, que no es que sea demasiado creíble en cuanto a la igualdad “ejemplares vendidos = calidad”.
- La errónea traducción en algunos aspectos. Un traductor tiene que conocer la época, sumergirse en ella, intentar ser objetivo con el texto escrito. Decantarse hacia cualquiera de los dos lados podría inducirle a errar en ciertos giros y construcciones que tergiversarían el sentido de la Historia. Por ejemplo, y cito uno de los más claros: “Admiraba en particular el programa nazi “fuerza a través de la alegría”, que proporcionaba trabajadores al gobierno sin gastos de vacaciones u otros entretenimientos”, pag. 384, cuando en realidad el gobierno, a través de “Fuerza por la alegría” lo que proporcionaba era “vacaciones sin gastos y otros entretenimientos a los trabajadores”.Hay pues que cuidar la traducción, tanto como la editorial ha cuidado la edición presentando un libro que merece la pena de leerse y meritorio de figurar, (con algunas páginas menos desde mi punto de vista desde luego), en una biblioteca que se precie. Al menos en la mía lo tiene.
En realidad, pese a mi pedante proclamación de erudición en el tema, he de reconocer que en España se ha difundido poco el campo del que trata Larson y menos desde esa óptica.
Podría destacar entre sus aspectos positivos, que:
- Nos revela las tramas diplomáticas estadounidenses y la cantidad de intereses creados en torno a una representación diplomática que, además de nueva, resultaba altamente dificultosa de desarrollar en una época tan turbulenta.
- El tratamiento de diversos personajes de la cúpula nazi que nos los relega al nivel de personas mediocres en muchos sentidos, pero con las ideas muy claras de lo que desean para su “querida” Alemania.
- La narración de las motivaciones, hechos y consecuencias de la eliminación de las SA como la más poderosa fuerza armada paramilitar del Reich.
- La descripción, casi en primera fila, de ciertos sucesos que definieron el rumbo de la Historia en años posteriores (el incendio del Reichtag, la política antisemita, el rearme…).
Como aspectos negativos, a mi entender:
- El título del libro, traducción literal del original, que, con un muy obvio juego de palabras, nos equipara la residencia del embajador, junto al Tiergarten, con el ambiente y la época en que se desarrolló su labor. ¿Por qué? Títulos de ese estilo ya nos anuncian qué es lo que vamos a leer, cuál va a ser su tratamiento y hacia qué lado se va a decantar la balanza del autor, algo en relativa contraposición con el oficio de historiador, si es eso lo que se pretende. Y no es ni bueno ni malo, sino ciertamente parcial (claro que, repito, desde mi óptica de ratón de biblioteca) y, por supuesto, políticamente correcto.
- La dedicación de parte del libro a las veleidades amorosas, idas y venidas (nunca mejor dicho) de la hija del embajador que, excepto para ella, pudieran tener bien poca importancia para el historiador. (¿Qué puede importar si el sofá en piel de la biblioteca guardaba los secretos amorosos de la chica y si era, o no, el lecho de amor predilecto de ésta?, por ejemplo).
- La llamada de atención al posible comprador con el cebo, harto conocido en fajas y portadas, de haber sido un best-seller en EEUU con más de un millón de ejemplares vendidos. Sobra. El que se acerque al libro no necesita ese reclamo puesto que el interés histórico obvia cualquier éxito de ventas en países como el de referencia, que no es que sea demasiado creíble en cuanto a la igualdad “ejemplares vendidos = calidad”.
- La errónea traducción en algunos aspectos. Un traductor tiene que conocer la época, sumergirse en ella, intentar ser objetivo con el texto escrito. Decantarse hacia cualquiera de los dos lados podría inducirle a errar en ciertos giros y construcciones que tergiversarían el sentido de la Historia. Por ejemplo, y cito uno de los más claros: “Admiraba en particular el programa nazi “fuerza a través de la alegría”, que proporcionaba trabajadores al gobierno sin gastos de vacaciones u otros entretenimientos”, pag. 384, cuando en realidad el gobierno, a través de “Fuerza por la alegría” lo que proporcionaba era “vacaciones sin gastos y otros entretenimientos a los trabajadores”.Hay pues que cuidar la traducción, tanto como la editorial ha cuidado la edición presentando un libro que merece la pena de leerse y meritorio de figurar, (con algunas páginas menos desde mi punto de vista desde luego), en una biblioteca que se precie. Al menos en la mía lo tiene.